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18 de mayo de 2011

Las consecuencias de la 2ª Guerra Mundial.

Nunca antes había sufrido la humanidad unas pérdidas humanas de tales dimensiones.
Al menos 26 millones de militares y 16 de civiles fallecieron a causa del conflicto. A esto le tenemos que sumar el elevado número de 35 millones de heridos, 3 millones de desaparecidos, así como las víctimas de la sub alimentación que sufrían de

enfermedades como la tuberculosis y el raquitismo.

Muchos campos de exterminio de minorías étnicas acabaron con la vida de gitanos, judíos y otras razas.

El panorama de las destrucciones materiales era también desolador; numerosas viviendas y otras construcciones fueron destruidas.

Bombardeos aéreos masivos de ciudades, teniendo que destacar las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki y de centros industriales, constituyeron trágicas novedades que incrementaron sustancialmente la mortalidad de la población no combatiente.
El coste directo del conflicto en gastos militares se ha calculado en un billón de dólares de la época.
Se trata de una estimación claramente a la baja, pues no incluye el valor de las viviendas, instalaciones industriales e infraestructuras de transporte destruidas.

Aparte de las destrucciones materiales y los desplazamientos de población, la guerra trajo consigo la ruina psicológica y moral.
Aparte de la terrible huella dejada en los supervivientes de los campos de concentración, el conocimiento de aquellas atrocidades provocó un verdadero trauma moral en la conciencia humana ante el hecho inexplicable e injustificable de que una barbarie tal se hubiera podido desarrollar en el mundo civilizado del siglo XX.

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